La acción educativa de nuestro nivel está basada en el respeto, valorización y desarrollo de las
personas que participan en ella. Para ello, se propone un plan de estudio integral que respete la
individualidad de cada sujeto promoviendo actitudes participativas, reflexivas, creativas,
solidarias, justas, pacíficas y tolerantes entre los alumnos que queremos formar.
Consideramos como pilares fundamentales para la realización de dicho sujeto en todas sus dimensiones
la valoración del trabajo, del propio esfuerzo al servicio de la creación y la producción. Para este
fin, promovemos aprendizajes de saberes significativos en los diversos campos del conocimiento y la
capacidad de aplicarlos en situaciones de la vida cotidiana.
Nuestro nivel cuenta con especialistas que trabajan con los alumnos en distintas áreas de
conocimiento: Prácticas del Lenguaje, Matemática, Ciencias, Música, Plástica, Educación Física,
Informática e Inglés. Todas las propuestas pedagógicas enfatizan la investigación, el pensamiento
crítico y creativo, y la formación de estudiantes independientes en el aprendizaje continuo.
Los niños en edad escolar con mucha frecuencia tienen habilidades motrices fuertes y
fluidas. Sin embargo, su coordinación (en especial ojo-mano), resistencia, equilibrio y
capacidades físicas varían.
Las destrezas motrices finas también varían ampliamente. Estas destrezas pueden afectar la
capacidad del niño para escribir en forma pulcra, vestirse de forma adecuada y realizar
ciertas tareas domésticas, como tender la cama o lavar los platos.
Habrá diferencias considerables en estatura, peso y tipo físico entre los niños de este
rango de edad. Es importante recordar que los antecedentes genéticos, al igual que la
nutrición y el ejercicio, pueden afectar el crecimiento de un niño.
El sentido de la imagen corporal comienza a desarrollarse alrededor de los 6 años. Los
hábitos sedentarios en niños en edad escolar están ligados a un riesgo de presentar obesidad
y enfermedad del corazón de adultos. Los niños en este grupo de edad deben hacer 1 hora de
actividad física por día.
Según Unicef, las tres bases del desarrollo entre los 6 y los 11 años son aprender, jugar y
descubrirse.
A los 6 años, los niños y niñas ya tienen el desarrollo básico de su cerebro y en general de
su cuerpo y poseen amplia capacidad para razonar y comunicarse. Dedican entonces toda su
energía y todo su interés a aprender, jugar y descubrirse en relación con los demás, que son
las tres actividades esenciales para su desarrollo en esta fase de la vida.
Después de los 6 años, el desarrollo intelectual de los niños avanza rápidamente, fortaleciendo sus
capacidades para pensar y adquirir conocimientos. Aprenden con facilidad en todos los campos: la
ciencia y la historia, la convivencia y la tolerancia, la relación con los demás y con la
naturaleza, el manejo de la creatividad y la comunicación. Es el momento de avance acelerado de las
diversas formas de la inteligencia.
El aprendizaje es brindado por la familia, la comunidad y la escuela: la familia enseña modelos de
conducta mediante la interacción de cada día, la comunidad enseña valores culturales y modos de
relacionarse mediante la vida de la calle y los medios de comunicación, la escuela enseña
conocimientos y capacidad de convivencia mediante las diversas actividades escolares y los recreos.
Entre los 6 y los 11 años, jugar es tan importante como estudiar. Dado que los juegos tienen reglas, estimulan que los niños y niñas aprendan a organizarse y autocontrolarse, y a que descubran la importancia de las normas sociales y la justicia. Los juegos exigen movimiento y rapidez de reacción, de modo que desarrollan la motricidad, los reflejos y la inteligencia. Muchos juegos implican interactuar, de modo que ejercitan la amistad y forman capacidades de liderazgo, creatividad y cooperación.
A partir de los 6 años, los niños y niñas consolidan su capacidad para relacionarse con los demás niños y con los adultos. Empiezan a descubrir el mundo que existe fuera del hogar y a través de los demás aprenden el modo de relacionarse con él. Reconocen lo que significa cuidar y respetarse a sí mismos, a los demás y a la naturaleza, y comienzan entonces a descubrir y ejercitar sistemas de valores. También desarrollan la capacidad para ponerse en la posición del otro y entenderlo. Cuando se les trata con amor y se les orienta con argumentos, son felices, aman la vida y aprenden sistemas de valores y comportamientos basados en la comprensión. Cada uno se descubre a sí mismo y construye su identidad en relación con los demás. Los niños y niñas bien tratados se convierten en personas seguras de sí mismas.
En el Nivel Primario se propone una visión de los conocimientos de la cultura y de la ciencia en
permanente transformación, resultado de distintos momentos históricos, sociales y culturales
ocurridos a lo largo de los años. Interrogarse acerca del modo en que se construye el conocimiento,
problematizarlo, ponerlo en tensión y experimentación es parte de un intercambio colectivo y de un
proceso individual que sucede en las aulas y que le permite al egresado de este nivel educativo
seguir profundizando creativamente y con creciente autonomía en los campos de interés que lo hayan
convocado en esta etapa.
En la misma línea, al ofrecer a los niños espacios de evaluación de su desempeño como instancias de
reconocimiento de sus progresos, se garantiza una mayor conciencia de sus potencialidades, del modo
y del tiempo que cada uno de ellos necesita para consolidar determinados aprendizajes que se
continúan en el Nivel Secundario.
Las innovaciones tecnológicas, las prácticas de lectura y escritura llevadas adelante en forma
autónoma, la comunicación clara de las ideas, la indagación como modo de conocer el mundo, el
pensamiento matemático, el conocimiento de lenguas extranjeras que permite mayor conciencia
intercultural, el movimiento y el cuidado del cuerpo, el análisis de los fenómenos sociales,
ambientales, la experiencia estética de las manifestaciones artístico-culturales, son algunos de los
núcleos de aprendizaje que suceden durante los años de educación primaria.
El alumno egresado del segundo ciclo de la EP deberá haber desarrollado:
Un conocimiento general de las ideas centrales, las metodologías y el alcance de los distintos contenidos prescriptos en el PCI, que se encuentran sujetos al diseño curricular provincial.
La comprensión reflexiva y los criterios de acción responsable para la organización del tiempo y el trabajo que le permitan potenciar sus capacidades intelectuales. Los valores y las habilidades sociales y comunicativas individuales unidas a la responsabilidad y al respeto por los demás.
Una formación integral que se fortalezca en experiencias personales y grupales de servicio a los demás.